Conozco una persona en el mundo capaz de hacerte reir en un velorio. Su nombre es Roberto Zegarra. Puedo jactarme de ser su amigo. Estuve el tiempo suficiente trabajando junto a él para saber que la pena no está dentro de su vocabulario. Hombre alegre y de trato amable, siempre tiene un chiste para cada ocasión. Y lo más importante, tiene el don de saber contarlo.
Nunca se jactó de sus años de experiencia ante un mozalbete como yo. Todo lo contrario, me ayudó y hasta la fecha lo hace. Siempre en los entrenamientos, persona que no conozco, él funge de lazo para presentármelo. Y yo no le pido eso. Es raro ver esa actitud en algunos periodistas rankeados que miran a los nuevos con el rabo del ojo. Algunos temerán ser reemplazados, pero ello es poco probable de suceder.
Eso me llamó mucho la atención de Zegarrita. Hasta la fecha me gustaría devolverle un almuerzo o invitarle un jugo donde Norma y July. Junto a Dante Mateo hacen una dupla jocosa. Ambos saben 'batir' a la gente. Ese tipo de personas son las que siempre tengo en la mente. Seguramente busco remedar lo bueno de ellas. A veces me siento identificado.
Recuerdo que estábamos en la boda del buen Toñito Tamariz y me senté a la diestra del gran Zegarrita. Todo la noche me reí porque desfilaban sus ocurrencias una por una. Mi algarabía trataba de contenerla, pero no pude. Su meta era amenizar el ambiente. "Está muy serio este matrimonio", me dijo a modo de excusa. Este hombre natural de Amazonas no puede estar sin ver una sonrisa en sus semejantes.
viernes, 30 de noviembre de 2007
martes, 23 de octubre de 2007
El perreo sandunguero sirve de galanteo
¿Qué baile no es sensual o funja de cortejo para atraer a la especie del otro género? Tenía una amigo muy tímido para conversar con las mujeres pero un día se dio cuenta que tenía el don del ritmo plagado en cada célula de su ser. No es que simplemente supiera moverse. Tal empírico danzante era capaz de remedar pasos de hip hop tan solo viéndolos por televisión. Al notar esto, no se convirtió en un exhibicionista. Todo lo contrario, prefirió mantener el perfil bajo. Y es que en cualquier fiesta siempre ejecutaba movimientos torpes, debido al favor de verse al costado de una chica. Y lo peculiar de él era su falta de palabra. Era un ente parco.
Una noche, en una fiesta, una fémina muy atractiva yacía en un rincón sola. Temía la burla de los demás concurrrentes por sus descordinaciones. Prácticamente tenía dos pies izquierdos la pobre y pasaba desapercibida en la velada llevada a cabo en casa de Miguel Chechenia. Sus amigas la habían dejado por dedicarse a libar con sus respectivas conquistas.
Mi compadre la vio y se acercó a conversar con ella. La bulla era tal que ni sus ángeles de la guarda escucharon el cruce de palabras. Pero la química surgió tan rápido como si expusieramos un combustible al fuego. Era evidente que ambos pasaban un buen momento. Era raro ver en él mantener la serenidad al costado de Lucía. No le temblaba el rostro y le sudaban las manos.
Gracias a los pegajosos temas escogidos por el programador musical de esa noche, el protagonista de este texto, Joaquín, le cogió la mano y la jaló al centro de la sala. Habían platicado más de una hora. La chica no se opuso y empezó a menearse con él. Tal dama de mirada escurridiza, cabellos negros y sonrisa escueta sorprendió a tirios y troyanos cuando empezó a lidiar contra la zona pélvica de su pareja de baile.
El otro mandó al diablo su nerviosismo y empezó a sacar lustre al parquet. Muchas piezas después, el galán de turno buscó los labios de su compañera de baile. El instinto se despertó en él y no era conciente de ello. Al abrir sus ojos se topó con la espalda de ella, la cual subía y bajaba de forma serpenteante. Como buen caballero, controló sus manos pero la chica las tomaba para repasar algunas partes de su cuerpo, palpables a la vista por supuesto.
Después de cinco horas, el cortejo quedó atrás y los besos abundaron esa noche para Joaquín. Tiempo después formalizaron y ambos conforman una linda pareja. Lamentablemente afrontan otra realidad. Después de un año y medio de relación, Lucía confesó tener cáncer. La vida se le acababa y pronto dejaría este mundo. No todo en esta vida es maravillloso.
Una noche, en una fiesta, una fémina muy atractiva yacía en un rincón sola. Temía la burla de los demás concurrrentes por sus descordinaciones. Prácticamente tenía dos pies izquierdos la pobre y pasaba desapercibida en la velada llevada a cabo en casa de Miguel Chechenia. Sus amigas la habían dejado por dedicarse a libar con sus respectivas conquistas.
Mi compadre la vio y se acercó a conversar con ella. La bulla era tal que ni sus ángeles de la guarda escucharon el cruce de palabras. Pero la química surgió tan rápido como si expusieramos un combustible al fuego. Era evidente que ambos pasaban un buen momento. Era raro ver en él mantener la serenidad al costado de Lucía. No le temblaba el rostro y le sudaban las manos.
Gracias a los pegajosos temas escogidos por el programador musical de esa noche, el protagonista de este texto, Joaquín, le cogió la mano y la jaló al centro de la sala. Habían platicado más de una hora. La chica no se opuso y empezó a menearse con él. Tal dama de mirada escurridiza, cabellos negros y sonrisa escueta sorprendió a tirios y troyanos cuando empezó a lidiar contra la zona pélvica de su pareja de baile.
El otro mandó al diablo su nerviosismo y empezó a sacar lustre al parquet. Muchas piezas después, el galán de turno buscó los labios de su compañera de baile. El instinto se despertó en él y no era conciente de ello. Al abrir sus ojos se topó con la espalda de ella, la cual subía y bajaba de forma serpenteante. Como buen caballero, controló sus manos pero la chica las tomaba para repasar algunas partes de su cuerpo, palpables a la vista por supuesto.
Después de cinco horas, el cortejo quedó atrás y los besos abundaron esa noche para Joaquín. Tiempo después formalizaron y ambos conforman una linda pareja. Lamentablemente afrontan otra realidad. Después de un año y medio de relación, Lucía confesó tener cáncer. La vida se le acababa y pronto dejaría este mundo. No todo en esta vida es maravillloso.
jueves, 18 de octubre de 2007
Un mal uso del celular
Es feo un teléfono celular tiradedo. Odio los aparatos soplones. Si te compran uno es para ayudarte en tu vida diaria, no para estar marcándote como rastreador donde te encuentras. Hacen mal aquellos padres al obsequiar estos bienes tangibles a sus hijas. Para su custodia, mejor son los grilletes electrónicos. Ahora, una criatura puede lanzar una pequeña mentirilla para despistar y engañar al viejo. Ahí entra el sexto sentido de la madre. Ella lo sabe todo. Conoce las costumbres de sus retoños. No por algo salieron de su ovario. Además, siempre la verdad sale a la luz.
Peor aún son esas personas obsesivas a cuyas parejas están reventándole a timbrazos el artificio este y todavía se molestan cuando no son atendidos. Si tuviera un amigo así, le preguntaría: "¿Para eso le compras celular? ¿Desconfías de ella? Ojalá que te esté sacando la vuelta, para que no te responda y se gaste tu saldo".
Este engreído de Claro y Telefónica es vital para estos momentos de nuestra vida. Pero si son usados para hacer pelear a la gente, prefiero ver a las personas con chip. Ahora, si eres capaz de quitarte una de esas microscópicas invenciones de tu cuerpo, está de más que hayas leído este humilde comentario.
Este engreído de Claro y Telefónica es vital para estos momentos de nuestra vida. Pero si son usados para hacer pelear a la gente, prefiero ver a las personas con chip. Ahora, si eres capaz de quitarte una de esas microscópicas invenciones de tu cuerpo, está de más que hayas leído este humilde comentario.
El mejor recuerdo es una mujer
Uno puede conocer varios sitios pero si se conoce a alguien interesante, el recuerdo es más profundo. Siempre la belleza estará ligada a la mujer. Una paisaje será muy hermoso pero tomado de la mano de una fémina compartiendo ese momento lo será más.
Un atardecer puede engalanar tu vista pero abrazado de una hermosa descendiente de la costilla de Adán podrás ver al Astro Rey cómo en su despedida alumbra sus preciosos rasgos. Esos momentos serán guardados en tu mente con más fuerza porque hay un factor adherente.
Esa vez que me llevaste al río y a pesar de las numerosas caídas, fue de mi agrado tenerte a mi lado. La fuerte corriente no fue un pretexto para evitar andar juntos sobre sus aguas. Nuestos dedos se entrecruzaron y formaron un solo puño. El aroma de tus cabellos y el brillo de tu sonrisa todavía permanecen en mi cabeza. Uno nunca debe perder la esperanza. Espero algún día volverte a ver.
Un atardecer puede engalanar tu vista pero abrazado de una hermosa descendiente de la costilla de Adán podrás ver al Astro Rey cómo en su despedida alumbra sus preciosos rasgos. Esos momentos serán guardados en tu mente con más fuerza porque hay un factor adherente.
Esa vez que me llevaste al río y a pesar de las numerosas caídas, fue de mi agrado tenerte a mi lado. La fuerte corriente no fue un pretexto para evitar andar juntos sobre sus aguas. Nuestos dedos se entrecruzaron y formaron un solo puño. El aroma de tus cabellos y el brillo de tu sonrisa todavía permanecen en mi cabeza. Uno nunca debe perder la esperanza. Espero algún día volverte a ver.
Amor publicado en internet
Si uno tuviera la oportunidad de decir lo que le pegue la gana ¿lo haría normalmente o habría algún impedimento? A veces uno debe ser discreto y no revelar todo lo que llega a su persona. Una vez mis amigos tomaron como broma una crónica que escribí en Redaccionline.com.
En mi afán de ser original, pequé en ser un plagiador de la realidad. Ello no es nada raro para un periodista. Lo malo es cuando se atenta verdaderamente un círculo privado sin interés para la opinión pública. Mi tarea era relatar los comienzos de unos cuantos romances dentro de mi facultad. Tomé como base de mi texto la realización de un cortometraje.
Todos sus integrantes habían entablado lazos mayores a los amicales durante la filmación. Al final el camarógrafo se metió con la protagonista y el director con una chica del reparto. Estas curiosidades las plasmé en una, valga la modestia, buena crónica. Las noticias malas son las primeras en saberse, dicen. Yo mientras tanto recibía el visto bueno de mi jefe.
Una amiga, pequeña en estatura pero grande en carácter, pegó el grito en el cielo. No me llamó la atención pero me dio a entender que no lo vuelva a hacer. Era muy tarde ya. Al final, ninguna de las relaciones surgidas de esa producción audiovisual perduraron. En la actualidad, solo existe la nota si la buscan en Google.
En mi afán de ser original, pequé en ser un plagiador de la realidad. Ello no es nada raro para un periodista. Lo malo es cuando se atenta verdaderamente un círculo privado sin interés para la opinión pública. Mi tarea era relatar los comienzos de unos cuantos romances dentro de mi facultad. Tomé como base de mi texto la realización de un cortometraje.
Todos sus integrantes habían entablado lazos mayores a los amicales durante la filmación. Al final el camarógrafo se metió con la protagonista y el director con una chica del reparto. Estas curiosidades las plasmé en una, valga la modestia, buena crónica. Las noticias malas son las primeras en saberse, dicen. Yo mientras tanto recibía el visto bueno de mi jefe.
Una amiga, pequeña en estatura pero grande en carácter, pegó el grito en el cielo. No me llamó la atención pero me dio a entender que no lo vuelva a hacer. Era muy tarde ya. Al final, ninguna de las relaciones surgidas de esa producción audiovisual perduraron. En la actualidad, solo existe la nota si la buscan en Google.
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jueves, 11 de octubre de 2007
Plátano con maní o con queso
En mi viaje a Rioja llegué al río Tioyacu. Aquella preciosura de la naturaleza me acogió a tempranas horas de un martes. Sus aguas eran limpias y surgían de las profundidades de las tierra. Conocí su origen y parte de su trayecto inicial. Quice aventurarme en sus aguas pero la frialdad de estas me detuvieron en un primer momento. Paulatinamente fui hundiendo mi cuerpo hasta llegar a la altura de la cintura. Una roca al fondo del agua me asustó. La erosión en un juego del azar le había dado forma de serpiente. Afortunadamente no tenía una anaconda debajo mío.
Luego de disfrutar un poco del líquido elemento y sacarme el alma jugando voleibol, porque mis sandalidas no eran las adecuadas para moverse en esos terrenos aledaños, volví a la corriente y me sumergí completamente. Esa experiencia puedo calificarla como la más gélida de mi vida.
Tras dominar ese curso fluvial, divisé a una amable señora avivando unas brasas fuertemente con su abanico. Sobre ellas unos plátanos se asaban. Su aspecto me llamó la atención y su presentación también. Sobre unas hojas de bijao, aquel fruto despúes de expuesto a la parrilla era relleno con queso mantecoso y crema de maní. Mi paladar disfrutó de un típico manjar de la selva. Tal potaje fue deliciosísimo. Mis papilas gustativas me pidieron más. Tuve que satisfacerlas. Le faltaba manos a la señora para compensarme. Al final comí más de la cuenta porque como no tenía para darme vuelto de los primero cuatro que comí le dije que todo el dinero se convirtiera en esa vianda. Finalmente sé cuál es la razón por la que subí de peso en aquella bella ciudad de la región San Martín.
Luego de disfrutar un poco del líquido elemento y sacarme el alma jugando voleibol, porque mis sandalidas no eran las adecuadas para moverse en esos terrenos aledaños, volví a la corriente y me sumergí completamente. Esa experiencia puedo calificarla como la más gélida de mi vida.
Tras dominar ese curso fluvial, divisé a una amable señora avivando unas brasas fuertemente con su abanico. Sobre ellas unos plátanos se asaban. Su aspecto me llamó la atención y su presentación también. Sobre unas hojas de bijao, aquel fruto despúes de expuesto a la parrilla era relleno con queso mantecoso y crema de maní. Mi paladar disfrutó de un típico manjar de la selva. Tal potaje fue deliciosísimo. Mis papilas gustativas me pidieron más. Tuve que satisfacerlas. Le faltaba manos a la señora para compensarme. Al final comí más de la cuenta porque como no tenía para darme vuelto de los primero cuatro que comí le dije que todo el dinero se convirtiera en esa vianda. Finalmente sé cuál es la razón por la que subí de peso en aquella bella ciudad de la región San Martín.
Pagando con la misma moneda
Hace poco una periodista de investigación fungió de mi infidente. Le conté mis sentimientos hacia otra persona, el aprecio que le tengo y mis deseos de decirle lo que siento.
Misma psicóloga, ella me recomendó que me aventara a decirle que la quería. Le increpé por ese consejo. Tal vez mi nerviosismo me delató. Le manifestó que no lo iba a hacer. Anteriormente, ella me había compartido sus sentimientos hacia una persona de su entorno. Suelto de huesos, "mándate" recuerdo haberle indicado. Sus ojos se abrieron más de la cuenta y me cambió de cara. Una sonrisa de "yo no puedo hacer eso" se formó en su rostro.
Como es no, ahora ella me expresa lo mismo. Ahora ella disfruta del comienzo de una nueva relación y espera muchos años por delante con su nuevo galán. A veces pienso que tiene tanto tiempo en su mente a ese muchacho que quiere poseerlo siempre a su lado. Así se empieza cuando uno está enamorado. Después uno se encargará de perdurar o acabar con esto.
Misma psicóloga, ella me recomendó que me aventara a decirle que la quería. Le increpé por ese consejo. Tal vez mi nerviosismo me delató. Le manifestó que no lo iba a hacer. Anteriormente, ella me había compartido sus sentimientos hacia una persona de su entorno. Suelto de huesos, "mándate" recuerdo haberle indicado. Sus ojos se abrieron más de la cuenta y me cambió de cara. Una sonrisa de "yo no puedo hacer eso" se formó en su rostro.
Como es no, ahora ella me expresa lo mismo. Ahora ella disfruta del comienzo de una nueva relación y espera muchos años por delante con su nuevo galán. A veces pienso que tiene tanto tiempo en su mente a ese muchacho que quiere poseerlo siempre a su lado. Así se empieza cuando uno está enamorado. Después uno se encargará de perdurar o acabar con esto.
jueves, 4 de octubre de 2007
Vamos al penal
Después de tiempo vuelvo a la carga, pero como reza el refrán, lo bien aprendido nunca se olvida. Además, tendré más descanso que mi anterior empleo pero también más responsabilidades. El entusiasmo me envarga a veces. Ello me hace recordar mi primera comisión. Ese entonces más delgado y adicto en extremo al tabaco volteaba notas para el diario 'El Tío'. Una mañana no estaba el hombre fuerte de policiales del diario y la directora me ordenó alistarme para cubrir un levantamiento de reos en el penal de San Juan de Lurigancho.
Cuando llegamos con la móvil, muchísima prensa estaba presente. En eso salió el Obispo de Chosica, intermediario de los presos con la Policía Nacional, para dar a conocer la lista de heridos. El sacerdote era altísimo. Cuando me puse a sus espaldas prácticamente me atapaba la luz del sol. En esa posición clave para un practicante escuché nítidamente los nombres de los infortunados. Ese día debí acabar media tinta de mi lapicero. Al último, mencionó al único fallecido en el motín. El padre del occiso estaba a pocos pasos. Todos las cámaras registraron aquel momento de sufrimiento.
No recuerdo cómo pero pudo conseguir la lista de heridos y afortunadamente divisé una librería con fotocopiadora. Esto no es mentira. Una fila de periodistas iba detrás mío. Me puse a pedir 10 céntimos a cada uno para tener copias para todos. Todos salieron contentos cada uno con su duplicado del documento. Cuando regresé a base, el jefe de policiales estaba terminando la nota. Había escuchado el desenlace de la reyerta en la cárcel por radio. Lo único que hice fue dejarle mi fotocopia. No sé francamente si le sirvió.
Yo no escribí la crónica roja publicada al día siguiente, pero el presenciar este hecho fue lo máximo para mí. Posteriormente empecé a salir más seguido de comisión.
Yo no escribí la crónica roja publicada al día siguiente, pero el presenciar este hecho fue lo máximo para mí. Posteriormente empecé a salir más seguido de comisión.
lunes, 3 de septiembre de 2007
Consejos gratos
Fue un gusto trabajar con los mejores. Entre ellos, tuve el honor de estar al lado del famoso 'Buscapersonas', aquel hombre que sembraba la calma con su dulce voz durante los apagones de la década de los 80.
El don de la palabra en él reflejaban su personalidad de culto cosmopolita y veterano criollo. Su chispa me hacía trabajar el cerebro. Al usar su verbo florido de juegos de palabras y reticencias culminadas en bromas, gustaba mucho de su compañía.
Ahora estreché su mano por última vez. Para el tiempo, soltar sus blancos dedos tomó unos segundos. Para mí, esa despedida duró bastante y a veces digo que fue eterna.
Buen guía, amigo y jefe, será una pena no tenerlo más en frente. Muchas gracias por todo Don Miguel Humberto Aguirre. Un fuerte abrazo Mihua, de verdad lo extrañaré.
El don de la palabra en él reflejaban su personalidad de culto cosmopolita y veterano criollo. Su chispa me hacía trabajar el cerebro. Al usar su verbo florido de juegos de palabras y reticencias culminadas en bromas, gustaba mucho de su compañía.
Ahora estreché su mano por última vez. Para el tiempo, soltar sus blancos dedos tomó unos segundos. Para mí, esa despedida duró bastante y a veces digo que fue eterna.
Buen guía, amigo y jefe, será una pena no tenerlo más en frente. Muchas gracias por todo Don Miguel Humberto Aguirre. Un fuerte abrazo Mihua, de verdad lo extrañaré.
La destrucción del sol
Hace poco he vivido una experiencia fuerte en mi vida. Y me he sorprendido por la forma cómo la he tomado: incólume. Y es raro porque un día antes tuve un sueño muy raro. No era astronauta pero podía divisar muy bien al sol. El astro rey destellaba encima mío pero de repente empezó a tomar un color rojizo.
Luego de ver como las llamas de fuego se mezclaban entre sí, un color negro se apoderó del carruaje de Apolo. Lo que sentí en mis sueños podría asegurar que fue un anticipo de lo que vendría al día siguiente. Esta escena tuvo como clímax la explosión de la estrella y el miedo embargó mi ser, al punto de despertar. Algo raro, no le había dicho esto a nadie. Veo que tenía sentido.
Luego de ver como las llamas de fuego se mezclaban entre sí, un color negro se apoderó del carruaje de Apolo. Lo que sentí en mis sueños podría asegurar que fue un anticipo de lo que vendría al día siguiente. Esta escena tuvo como clímax la explosión de la estrella y el miedo embargó mi ser, al punto de despertar. Algo raro, no le había dicho esto a nadie. Veo que tenía sentido.
Cómo es, ¿no? Soñé la destrucción de una estrella, pero no de cualquiera, sino la cabeza del sistema solar ¿Tendrá algún significado o la Diosa Fortuna está jugando con mi suerte?
martes, 17 de julio de 2007
Las aventuras de Gabo y Chaparro
Uno de las mejores personas que conozco en esta vida es Gabriel Castillo. Recuerdo nuestros largas caminatas desde la facultad de Comunicaciones de la San Martín, ubicada en la cuadra 19 de la avenida Brasil. Una derrota en el poker junto a otros compañeros significaba quedarnos sin pasajes. Ello no importaba. Éramos vencidos pero dando pelea. Durante su permanencia aquí en Lima, me llamó mucho la atención su estrecha amistad con mi perro. Peculiar ¿no? 'Chaparro' había entablado con Gabo una buena química. Siempre que mi compadre me visitaba o llegábamos juntos de la universidad, el pequeño pekinés lo buscaba y esperaba su descuido para apoderarse de su maleta. La utilizaba como cama.
Pero una vez estos dos personajes protagonizaron una escena que se quedó retenida en mi retina bastante tiempo. Un grupo de amigos estábamos tomando en mi casa. Casi todos estaban mareados. Habíamos llevado a las chicas presentes a sus casas y decidimos acabarnos la cerveza restante. Quedaban varias botellas. En eso vi a lo lejos una sombra realizando movimientos reptantes. No distinguí quién era. Me acerqué al sujeto capturador de mi curiosidad. Gabriel estaba de cunclillas y seguía como un pollito a su mamá gallina a mi mascota. Con vaso lleno alzado con la mano izquierda, pedía a la pequeña presencia hacerle compañía. Parecía una caricatura. Que pena que nuncan tomé una foto de esa escena. Podría haber empezado una tira con el nombre de 'Las Aventuras de Gabo y Chaparro'.
Pero una vez estos dos personajes protagonizaron una escena que se quedó retenida en mi retina bastante tiempo. Un grupo de amigos estábamos tomando en mi casa. Casi todos estaban mareados. Habíamos llevado a las chicas presentes a sus casas y decidimos acabarnos la cerveza restante. Quedaban varias botellas. En eso vi a lo lejos una sombra realizando movimientos reptantes. No distinguí quién era. Me acerqué al sujeto capturador de mi curiosidad. Gabriel estaba de cunclillas y seguía como un pollito a su mamá gallina a mi mascota. Con vaso lleno alzado con la mano izquierda, pedía a la pequeña presencia hacerle compañía. Parecía una caricatura. Que pena que nuncan tomé una foto de esa escena. Podría haber empezado una tira con el nombre de 'Las Aventuras de Gabo y Chaparro'.
sábado, 7 de julio de 2007
Tengo que sacar tarjetas de crédito más seguido
Hace unos días solicité sacar una tarjeta de crédito en una conocida cadena de tiendas por departamento. Fui a un supermercado gigante. En el ingreso pedí información. Un joven amable me indicó avanzar unos pasos antes de la otra puerta. Caminé algo en distancia equivalente a una cuadra de mi barrio. Parecía un turista. Me faltaba tomarle foto a todo lo que encontraba por el camino. Finalmente llegué a un módulo donde una chica simpática me atendió. Pedí saber los requisitos necesarios para tener una tarjeta brillante muy parecida a la que ostentaba mi padre en sus años de prosperidad económica. Me empezó a interrogar el nombre de mi centro de labores, mi salario, mi número de DNI y otro datos más. Era un poco engorroso el trámite pero ella me lo facilitó. A la hora de preguntarme por mi ex trabajo le di Peru.com como respuesta. Su ceja derecha levantada a lo Jhonny Bravo me hizo entender su desconocimiento de este portal. Pedí permiso para meter mi mano en su computadora. Puse la dirección y le mostré dónde escribía mis notas de farándula no hace mucho. Haciendo click en 'Contáctenos' le hallé el teléfono de esa compañía. Al final de cuentas, me hizo firmar un papel verde lleno de letras y pidió mi retorno la próxima semana. Para entonces tendría respuesta si me darían una tarjeta de crédito o no. Después de compartir unos minutos con aquella fémina, me complacería volver a ese módulo para disfrutar de su sonrisa nuevamente. Sus ojos grandes y hermosos se quedaron registrados en mi retina. Es una pena que no pude captar toda su figura. El bendito mueble donde se apoyaba me permitía ver de la cintura para arriba.
Tratando de escribir después de tiempo es difícil
Después de tiempo me animé a escribir. Daddy Yankke y su pegajoso ritmo me acompañaban mientras plasmaba mis ideas sintácticamente. Tenía sueño pero ello no me inhibió de continuar. Un airecillo frío entró por debajo de la puerta de la cocina. En eso tuve de fondo musical al legendario tema de la película 'Rocky'. Mis dedos empezaron a moverse más rápido sobre el tablero pero el golpe en seco de una batería de fondo los sosegó. A mi mente se vino la imagen de Stallone corriendo por el mercado. Esta canción está bien posicionada en mi cabeza. Instantes después llegó la parte del coro de 'El Ojo de Tigre'. Iba a sonar nuevamente el estribillo pero la computadora lo impidió. El programa de música no avanzaba. Después de refrescarlo, escuché a lo lejos a Gianmarco cantándole al amor. "Respírame, soy paratí", fueron las palabras introductorias de 'Gota de Lluvia' para dar paso a un solo de guitarra romántico. En ese entonces solo me dediqué a escuchar. Para no perder el texto avanzado, grabé. Finalmente perdí la noción de qué escribir. 'La Oreja de Van Gogh' me acompañó hasta antes de irme a dormir.
viernes, 6 de julio de 2007
Una oda a la Chatita de mi vida
Estaba revisando unas fotos por Internet. Una buena amiga mía ostentaba orgullosa, pienso yo, en su Hi5 una foto conmigo. En dicha placa se puede apreciar la sorpresa en su rostro ante la captura del momento mientras yo sonrío pícaramente. Esa imagen me hizo recordar los buenos momentos vividos con esta pequeña. Corta de estatura pero grande de corazón, algunas veces fui su infidente. Una vez me presentó la esquina donde se besó por primera vez con quien ese entonces era su enamorado. Un carro cuadrado al frente de una pared muda testigo de arrumacos es revistida por las sombras de una calle mal alumbrada en Mangomarca. Debería compartir ese secreto para invitar reproducir más momentos amorosos en esa zona de Lima. Pero ese no es el tema. Hace tiempo que no veo a mi pequeña amistad. Sabe de mi aprecio por su persona. Quiero verla nuevamente, pero no en el Timbalero. Prácticamente no se puede conversar en ese local. La música a todo volumen ha desarrollado en los mozos de ese local el arte de comunicarse con las manos. Yo quisiera un día mostrarle mis dos índices extendidos paralelamente al dueño de ese local y sacudirlos mismo 'Popi' Olivera para que se sepa mi opinión sobre los niveles excesivos de decibeles dentro de su local. Ay Chata, cada vez que me acuerdo de ti, se vienen a la memoria todas nuestras horas de tiempo juntos. Solo falta animarme a levantar el teléfono, llamar y preguntar por la Chatita de mi vida.
viernes, 15 de junio de 2007
¿De quién es esta invitación?
Me invitaron a una salida la cual yo no tenía idea alguna de su realización. Me sorprendió que la acreditación para esta reunión me llegara a la radio. Rápidamente comencé a pensar cuándo fue que dejé mis datos y a quién. Miré detenidamente la foto de mi pase. Estaba pixeleada. Me di cuenta que era una recortada bajada de mi Hi5. Entonces un amigo debe haber hecho la gestión. Esa página de muchos clicks está al acceso de cualquiera. Es fácil hasta introducir un video ahí. Todavía no hallaba en mi mente cómo se produjo la llegada de esta venia hacia mi persona. Mis demás compañeros no la han recibido. Es como si el deseo fuera que únicamente acuda yo. Mi curiosidad me pide cambiar mi día de descanso para ir a esta salida. La misma consiste en una visita a la fábrica de Backus. Espero tener el consentimiento de mis superiores. Hasta el momento sigo cavilando al autor de mi intriga. En los próximos días haré un par de llamadas. Tengo que hallar al responsable.
martes, 12 de junio de 2007
Una publicación puede hacerte recordar a tus ex
La gente se casa que da miedo. Por lo menos por acá, los matrimonios abundan. Y es raro apreciar eso porque antes en estos mismos lares donde frecuento hubo un tiempo plagado de muchos resquebrajamientos amorosos. Pero prefiero no ahondar en ello. Puede acarrearme problemas por compartir planos íntimos de mi centro de labores. Ello me recuerdo una confidencia materializada en todo un texto años atrás. En parte fue graciosa. Fue durate mi etapa de redactor del portal Redaccionline.com en la universidad. No recuerdo si propuse el tema pero sí claramente haberlo publicado como una extensa nota. Compartí con todos los lectores de esa página el nacimiento de las distintas relaciones amorosas surgidas durante la realización de un cortometraje. Era un trabajo de teatro y en la trama había parejas de enamorados perseguidos por fantasmas. En este quehacer colectivo me divertí pero también discutí. El guionista había determinado muchas escenas de besos. Al final tres chicos pensaron haber encontrado a sus medias naranjas. Todos los pormenores de esos días de filmación los amplié en una buena crónica. Ahí narré los distintos cortejos. Recuerdo todavía al camarógrafo besándose en un cuarto colindante a las grabaciones con la protagonista. Las noticias vuelan rápido. Los muchachos se enteraron de la recopilación de lo acontecido en el mundo de la Internet. Muchos incrédulos se rieron. Ninguno me llamó la atención de manera energúmena. A lo mucho una pequeña amiga me advirtió que para la próxima le pasase la voz, luego de esbozar una sonrisa. Recordando ese capítulo de mi vida, me doy cuenta que ninguna de las tres parejas sobrevivieron al paso del tiempo. Cómo es ¿no? Todos 'agarraron' y terminaron. Yo, de humilde espectador, pasé a protagonizar mis historias de amor. Si fui testigo de tres romances efímeros en un ciclo, yo me quité el clavo y tuve más relaciones juntas en un solo periodo de estudios en la San Martín. Pasé de espectador a actor. Pero a similitud de las grabaciones, todas ellas fueron cortas. No me quejo, realmente lo disfruté.
lunes, 11 de junio de 2007
Las luchas son todo una novela
Tengo un amigo fanático de las luchas. Siempre le atrajo las peleas televisadas de cualquier disciplina. Ahora practica en un gimnasio distrital el boxeo. Y pensar que cuando era niño jugaba al Power Ranger. Hoy no tiene como archienemigo a Lord Zed pero se esmera mucho en poder siquiera llevar al suelo al Pitbull de Breña. La otra vez conocí de cerca a este exponente del vale todo nacional. Un jefe de prensa conocido mío estaba promocionando un campeonato donde él y otros luchadores participarían. En ese se me vino lo siguiente a la mente. En la lucha libre se podrá hacer sangrar al rival estampándole silletazos en la cabeza, pero todavía cuenta con todos sus miembros del cuerpo. Arrancar una pierna no necesariamente dará más puntos al dominador del encuentro. Al ver al hermano del Pitbull me quedé sorprendido. Podía respirar sin nariz. Simplemente carecía de ella. Se la habían quitado en una pelea. Ahora no me contaron si fue una legal. Luego de esa escena captada por mi retina muchos segundos pensé nuevamente. Mi compadre iba a debutar en un hexágono la próxima semana. Decidí ir a ver el espectáculo. Los amigos deben estar presentes. Tiene que haber alguien para tirar la toalla.
domingo, 10 de junio de 2007
Mezclar vedettes con fútbol genera muchos clicks
Encontré una nota curiosa en internet. Una actriz porno argentina realizaría un streap tease si su equipo conseguía el título del torneo local. La puse en la sección deportiva de la web de RPP. Incluso la jalé a la portada. Al jefe de la página le gustó esta noticia y en su mente maquinó algo "para el pueblo". Sabiendo de mi pasado en la prensa de farándula me dijo para hacer una encuesta entre vedettes peruanas y preguntarles si estarían dispuestas a quitarse la ropa por la selección. Esa orden me hizo recordar inmediatamente Peru.com, mi ex centro de trabajo. Ahí tenía una compañera que para jalar más lectores me pedía levantar las notas por el lado más picante e inquirir a mis entrevistados sobre sus intimidades. En pocas palabras mostrar un ángulo morboso. Tal es así que recuerdo cuando fuimos a cubrir una fiesta organizada por una conocida marca de cerveza. Karen Dejo, en pequeñas prendas, ofrecía una espectáculo de baile sobre una alta tarima. Yo estaba ubicado casi debajo de ella. Solamente me costaba levantar la mirada para verle el alma protegida por una trusa roja. Era todo un show apreciar los contorneos de la chalaca. Mi amiga no perdió el tiempo. Agarró la cámara fotográfica y disparó hasta sacarle humo. Al ver las fotos en nuestra redacción, una se prestaba mucho para la imaginación del espectador. Justo al momento de levantar la pierna para atrás, el taco de la chica fue captado en tal punto que parecía introducirse en sus cuatro letras. Se armó una nota con todo lo que pasó esa noche. Al final del mes fue la más vista. Después de esta experiencia, ahora me queda proponer una sección de porristas en www.rpp.com.pe.
La peña es todo un submundo por descubrir
Bailar en un peña es un cruce de culturas. La vez pasada fui a Del Carajo para celebrar el cumpleaños de una amiga mía. En son de broma le dije que me fui a su local anterior y estuve tocando la puerta gritando su nombre. Ella atinó a sonreir y no sé si me creyó. A la hora de salir a bailar con mi acompañante me topé con varias señoras meneándose en círculo. Todas madres de familia, supongo, disfrutaban del jolgorio entre ellas. Se me pasó por la mente sacar a una y compartir movimiento pélvicos hasta el suelo. Ello nunca pasó. A mi mano izquierda, dos gringos se divertían con unas agraciadas chicas. Mi mirada acusiosa descubrió que de los labios de estos extranjeros no emanaba ninguna palabra en español. Le hice notar mi descubrimiento a mi pareja de danza y ella sonrió. "No necesitas ir al Cusco para levantarte a uno", me dijo. Pasitos más allá, para hacer más exacto unos 20 si hacía el hombre sobre la luna de Michael Jackson, un grupo de borrachos alegres gritaban al animador de la jarana para que les regale una jarra con cerveza. Después de hacer aullar a uno de ellos, le entregó una 'chela'. Lo que me gustó más de ese grupo fue el dominio de una dama sobre su galán. Había uno corpulento como un armario de metro noventa pero ella levantando el dedo lo hacía sentar. De verdad tengo que ir más seguido a una peña. No quiero perderme otras cosillas interesantes para una crónica más extensa. Y pensar que no admiré unos bikinis contest meses atrás en este local. Ay!
jueves, 7 de junio de 2007
Sacrifiqué un limón para vencer al mal olor
Más abrigado no pude ir a la radio. Tenía una cafarena, una chaleco y un casaca encima. A pesar del excesivo abrigo, la gripe dribleó las barreras para hacerme daño. Al final logró perjudicar mi garganta. Mi voz se tornó más gruesa. Si hubiera estado vestido al terno y con una altura superior al 1.80, fácil podía hacer de Largo, el mayordomo de Los Locos Adams. Bajé a cabina para hacer el bloque de deportes. Todo salió bien. Al contarle mi malestar a la productora, me recomendó sacrificar a un limón. El fruto debía ser hervido y su líquido colado para posteriormente tomármelo como una infusión. Al retirarme de la radio, estaba pensando en qué olla iba a hacer la preparación. Todo ello fue por las puras. Mi cuerpo me pidió ir a la cama al llegar a casa. Preferí complacerlo. Luego de dos horas de sueño me levanté fortalecido debido a las pastillas ingeridas previo a la siesta. Entonces se me antojó un baño. Luego de la limpieza, busqué desodorante. No había. Entonces fijé en mente a aquel limón para mi frustrado menjunge. Fui a la cocina y partí en dos al pequeño verde amarillo y no dudé echarme su jugo a mis axilas. En principio esperaba prepararme un té. Al final terminé aseándome con el cítrico. De todas formas ayudó.
Me pepearon con Radlers y me gustó
Hace poco fui al cumpleaños de una buena amiga mía. Con el pasar de las horas la reunión se fue haciendo más amena con la llegada de otras personas. La anfitriona me presentó a una chica con rulos procedente de Alemania. Era una peruana que radicó durante 3 años en tierras germanas. Conversadora, buscó atenderme bien al ofrecerme un radler. Al levantar mi ceja derecha ella se dio cuenta de mi ignorancia sobre este concepto. Resulta que un radler era una bebida alcohólica a base de cerveza rubia y gaseosa blanca. Al principio, un poco excéptico le pedí probar de su vaso. Al agradar este sabor a mis papilas gustativas, acepté la degustación de uno. Casi nada tardó para prepararlo, inclusive no tuvo reparos en explicarme cómo se hacía. Después de tomar cerca de ocho muestras, empecé a sentir sueño. Las agujas del reloj me demostraron lo tarde que era. Mi cuerpo me pedía descanso. Al darme cuenta del cierre paulatino de mis ojitos, empecé a culpar en tono de broma a la chica. "Me haz pepeado", le dije en reiteradas veces. Ella seguía diciédome prost (salud en alemán) y yo ya no deseaba beber. Al final le pedí a la dueña de la casa descansar. Ella me proporcionó la habitación de su primo. Me acomodé con dos gruesas frazadas. Al día siguiente me levanté muy lozano. El consumo de esa mezcla alcohólica me evitó tener una incómoda resaca. Es más, podría asegurar que dormí mejor. Si tengo la oportunidad de verla nuevamente en alguna salida nocturna, a parte de saludarla aprovecharé para felicitarla por tan buena bebida.
miércoles, 6 de junio de 2007
Bella china ampayó a Bryce Echenique
Cuando mi actual compañero de trabajo Marco Paredes depositó su confianza en mí para apoyar en la dirección del portal Redaccionline.com conocí a una linda chinita, atenta y receptiva como una esponja en el agua. Fue una muy buena redactora de esa web. Recuerdo la vez que fuimos al Hospital Neoplásicas.Se viene a mi mente nuestra conversación con el subdirector de ese centro médico. Esa niña me contó haber pasado una buena mañana y estar sorprendida por la atención hacia nosotros. Le expliqué que las facilidades del caso se dieron por los trámites con la oficina de imagen institucional. Ese día ella aprendió que en cualquier comisión lo primero que tenía que hacer era buscar al responsable de prensa en caso de dudas. La lección le quedó bien grabada en la mente. Meses después tras mi salida de Redaccionline, me contó que acudió a la presentación de un libro de Alfredo Bryce Echenique en la Casona de San Marcos junto a José Kusunoki, un buen amigo y ahora hombre fuerte de El Comercio. Sin tener ninguno de los dos acreditaciones, metió palabra y pidió hablar con el encargado de prensa. Logró entrar al lugar y hasta se tomó fotos con el escritor. Lo malo es que no tuvo una cámara. Me relató que fue testigo del preciso instante cuando el creador de 'Un Mundo para Julius' mordía los labios de una joven acompañante. Ese ósculo se quedó buen rato en su retina. La Divina Providencia determinó que ese hecho no fuera registrado en una placa fotográfica. Y mi amiga nunca escribió nada al respecto.
San Pedro recibió a señora mientras yo tomaba café
Nada podía hacerme entrar en calor. Este frío podría matar a cualquier imprudente desabrigado. Estaba viendo la televisión. Magaly TeVe transmitía vía microondas la queja de los vecinos del Down Town exhortando su clausura. Ahí vi a la llamada Amiga de Todos, Francis, confesar a nivel nacional ser bisexual. "También puedo ser la Amiga de Todas", dijo. Pasada esa noticia, mi cuerpo me volvió a pedir atención. Mi garganta empezó a arderme y por eso decidí irme a la cocina. Ya hervida el agua de la tetera que puse minutos atrás, me preparé un café. Después de unos sorbos, regresé a sentarme frente a mi caja boba. Ahora la información era la muerte de la mamá de la cantante folclórica Muñequita Sally. Fiel a mi costumbre, decidí prender la radio y sintonizar RPP. No pasó mucho tiempo para escuchar a mi amigo Herbet Holguín confirmando la muerte de la señora desde el lugar de los hechos. Una lástima. Una dama perdió la vida en la Panamericana Norte y yo me quejaba de mi garganta. En eso escuché a mi viejita pronunciar las siguientes palabras: "Es más triste para una madre enterrar a su hijo". Al parecer, esta señora no aguantó más vivir en este mundo terrenal sin su niña y le pidió a San Pedro reunirse con ella.
martes, 5 de junio de 2007
Mi compadre el golpeado
Tengo un buen amigo fotógrafo con una peculiar particularidad. De diez comisiones que cubre, en unas siete u ocho, sin exager, resulta agraviado. Varias veces ha sido conducido a una comisaría. La falta de portar su carnet de prensa ha empeorado su situación algunas veces. Las agresiones son de diversas índoles. Hay desde pequeños insultos hasta intentos de quitarle su cámara. Las cosas contadas por él me han dejado sorprendido varias veces. Pero algo admirable en su persona es su tenacidad por buscar la foto. Si se propone obtener una panorámica de una manifestación en el Centro de Lima es capaz de subir al caballo de Bolognesi en la plaza del mismo nombre para captarla. Recuerdo cuando fuimos a la Quinta Heeren en Barrios Altos. Sus paredes se desplomaban paulatinamente por su precariedad. Los vecinos salieron a atendernos, algunos amablemente y otros de manera recelosa. Una piedrita cayó sobre la cabeza de mi compañero. Ello lo hizo correr asustado. Las más importantes placas de su vida pasaron por su mente al hacerse la idea que un muro lo sepultaría. Al final, levanté la mirada y me percaté de un vecino bromista. Había pateado esa pequeñez de la naturaleza cuando cursaba por el segundo piso de esas vetustas construcciones. Siempre recordaré esa salida. Fue nuestra última comisión cuando éramos alumnos de la universidad.
Géminis + fiesta = Celular en inodoro
Me complace saber que la mayoría de mis amistades son del signo de Géminis. Y no lo digo porque crea en el zodiaco. La razón es más trivial aún. Muchos de ellos tienen la costumbre de celebrar sus onomásticos y siempre me pasan la voz. Ellos muy generosos al ver que yo ya no festejo el mío, comparten sus fiestas para recordar el día de mi nacimiento. El 05 de junio fue cumpleaños de un buen amigo de colegio. Mi compadre ya me invitó para este fin de semana ir a su casa para tomarnos unos tragos. "De paso juntamos tu cumple", me dijo la vez pasada que lo visité. Desde hace buen tiempo abandoné la idea de hacer reuniones en mi casa, ya sea por un cumpleaños - por cierto, el mío es el 13 de junio - u otro pretexto.
Durante mi etapa universitaria mi hogar ha sido escenario de nacimientos de romances, declaraciones indecorosas, fuertes peleas y hasta mentadas de madres con alcohol encima. Tras la aglomeración de estos factores decidí dejar de usar a mi noble reciento como local nocturno. Una razón de peso para dejar esta costumbre fue la última vez que hice una gran reunión en mi casa. Mi hermano entró al baño y se dio cuenta sobre la presencia de un objeto flotante en el inodoro. Al cubrirse su mano con una bolsa de plástico, introdujo su mano y rescató un teléfono celular. Lo increíble es que ese aparato revivió. Varios amigos míos estuvieron en los precisos momentos en que después de pasarle la secadora de pelo de mi madre, el móvil ese reaccionó. No sé si mi amiga Susana lo usa hasta la fecha, pero cada vez que la veo la anécdota inmediatamente aflora en mi mente.
Durante mi etapa universitaria mi hogar ha sido escenario de nacimientos de romances, declaraciones indecorosas, fuertes peleas y hasta mentadas de madres con alcohol encima. Tras la aglomeración de estos factores decidí dejar de usar a mi noble reciento como local nocturno. Una razón de peso para dejar esta costumbre fue la última vez que hice una gran reunión en mi casa. Mi hermano entró al baño y se dio cuenta sobre la presencia de un objeto flotante en el inodoro. Al cubrirse su mano con una bolsa de plástico, introdujo su mano y rescató un teléfono celular. Lo increíble es que ese aparato revivió. Varios amigos míos estuvieron en los precisos momentos en que después de pasarle la secadora de pelo de mi madre, el móvil ese reaccionó. No sé si mi amiga Susana lo usa hasta la fecha, pero cada vez que la veo la anécdota inmediatamente aflora en mi mente.
El frío hace enojar a mis enanas
Hace frío, eso nadie lo niega. En las mañanas ya no tengo ganas de salir a comprar el pan por cómo amenece húmeda nuestra capital. A mis perros no los saco a pasear. Tengo un pekinés y una chitzú. Si los saco al parque regresarán empapados hasta la mitad del cuerpo. Su pequeña estatura permite que se mojen fácilmente. Están casi al ras del suelo. Y lo peor es que la hembra cumple un mal papel como madre. En estos días debería darle el calor correspondiente a sus tres crías. Tiene unas bolas de pelo, las cuales tiritan constantemente. Al parecer, a Aika - así se llama la cuadrúpeda engreída de mi casa - se cansó de estar recostada todo el día y dejar sus ubres a merced de su desendencia. Estas gua guas caninas no perdonan. Agarran un tetita y no la sueltan. La otra vez acariciando la barriga de mi bigotona percibí unas escoriaciones producto de la tosquedad de sus hijas. A veces pienso que esas heridas son hechas concientemente. Posiblemente las perritas lastiman a su mamacita por su falta de cariño de estos días. Aika no permite que se le acerquen en búsqueda de refugio o comida. Mejor suerte tiene el padre de esta camada. Al ver tanto pleito, prefirió hacerse un lado y dedicarse a dormir todo el día sobre un silla de la cocina. Ha encontrado un sitio preferencial en una platea alta improvisada.
domingo, 3 de junio de 2007
La cancha no llena pero sí engorda
Acá a unos pasos de la oficina hay un grifo. En ese grifo hay una tienda. En esa tienda un producto de mi agrado. Ese producto es la cancha de microondas. Bueno, en realidad no sé el término correcto, pero le diré así. Este alimento barato engaña estómagos definitivamente es la mejor compañía para ver un partido entretenido o una película por cable de interés. Pero tiene un efecto contraproducente. Posiblemente satisface mis necesidades pero también hace crecer la voluminosidad de mi barriguita. Antes cuando me sentaba sobresalía un pequeño rollo. Ahora, este espacio ha crecido, al punto de formar una C exacta cuando me siento mal y pego mi cuerpo con el escritorio. Sería el puente perfecto de una hormiga si quisiera pasar del bolsillo de mi camisa a visitar el teclado de mi computadores. Ahora debo dejar la cancha de microondas, pero no sé por qué me he planteado reemplazarla con otro bien comestible. Hay varios sanguchitos, papas, y todas esas cosillas. La chica con quien me gusta compartir compañía me ha recomendado simplemente dejar de comer a deshoras. Tal vez deje esta manía.
Mirando los números
Pasadas las tres de la tarde terminé de subir varias fotos al portal de internet donde trabajo. Me gustó la galería hecha por mí. Era sobre la victoria de la selección peruana ante Ecuador por 2-1 en España. Y no sé que me daba por estar refrescando constantemente la página. La razón era para conocer la cantidad de visitantes en la sección, pues esta tiene un contador. Al ver que en un lapso de dos horas y pico pasamos las 5 mil visitas me quedé gratamente sorprendido. Me sentí bien, a pesar que los domingos los niveles de lectoría son bajísimos. Es agradable que personas hayan visto en un tiempo récord todas las fotos que me bajé de la agencia EFE. Pero a mi mente vino inmediatamente el Miss Universo. Solamente poniendo una foto de las candidatas a la web de RPP, recibimos más de 3 mil visitas. La galería a base de las jóvenes aspirantes al cetro mundial de la belleza sumó en total cerca de 58 mil clicks. Guau. Ahora, a la gente le gusta el fútbol, pero las chicas se llevan de largo la preferencia de los internautas. Debo preveer para la próxima colocar una galería pero de las anfitrionas de los partidos.
viernes, 1 de junio de 2007
Junio es el mes de los cumpleaños con condones
No puedo creer la cantidad de onomásticos a celebrar en junio. Una amiga por aquí y otro amigo por acá. Ni siquiera ha pasado un día de este mes y ya me llegaron dos invitaciones. Y eso que no celebro el mío. La última vez que lo hice le dije a mi madre que solo vendrían 15 personas. Ese entonces los visitantes a mi casa sumaban más del doble de la cifra estipulada. Mi santa progenitora, preocupada porque todos queden satisfechos del hambre madrugador, raspó la olla para hacer alcanzar el ají de gallina preparado. "Ni más hagas fiestas por acá. Dices que vienen pocos y al final son muchísimos", me dijo enfáticamente mientras dejaba escapar su dejo riojano. Y qué diría si le contara que la piñata que me regalaron tenía sorpresitas. A pesar que cumplía más de 20 años (no recuerdo exactamente cuántos) amigos míos me compraron una piñata en forma de botella con cerveza. Al romperla, todos se tiraron al suelo como si lo roto fuera una alcancía llena de dinero. "Tanto se pelean por unos chocolates", me pregunté. Al agacharme, me levanté raudamente asombrado con un paquetito gris en mis manos. "Condones Vladi", decía. Al día siguiente mi vecino me saludó para darme las gracias por llenar su negocio. Su hostal, el 'Feliz Amanecer', se abarrotó de gente al término de la celebración en mi casa.
Mi hermana me explicó por qué Cuto
No tengo el agrado de ser padre pero sé que algún día seré uno y muy bueno. Cuido de unos infantes cuadrúpedos propiedad de mi Aika como si fueran míos. Esa bolas de pelo son tan tiernas que provocan cargarlas. Hasta ahora han pasado por todos los brazos de los diversos integrantes de mi familia, menos de mi padre. Parece que se la tiene jurada a las pequeñas. Mi hermana ya bautizó a una. 'Cuta' le ha puesto. Preguntándome el por qué de ese nombre ella me dijo que se debía a su cola incompleta. Apelé a la Real Academia Española y me informo que dicha palabra terminada en o significa "Dicho de una persona privada de un brazo". Entonces me digo a sí mismo: "Ese defensa habrá sido conciente que todos estos años le dijeron carecer de un miembro superior".
En qué se parece la luna y tú
Luego que te encontré en la iglesia San José, pasaban los minutos y pensé que había llegado tarde. Ya cuando te vi llegar por la otra avenida raudamente me di cuenta que el puntual a la cita fui yo. Tus anhelos por realizar un par de compras me llevaron a acompañarte a unas cuantas galerías. Afortunadamente eres una dama muy precavida y no me paseaste entre mamparas y exhibidores. Resulta gracioso pero recién me acordé que tenía frío. Te dijo: "Unos cafés" y tu moviste tu cabeza de arriba a abajo aceptando mi invitación. Ese 'Don Bosco' se caracteriza más por sus bistecks, pero qué más podíamos hacer. Después de pasear por el Metro y ver que no llegamos a ninguna función, preferí pasar la noche contigo mientras degustábamos también unas tortas. La conversación fue muy grata, y me divertí mucho. Es más, luego que pagué la cuenta, el mozo no me traía el vuelto. Habrá pensado que mi alegría se extendería con él y le dejaría todo el dinero. Pasamos a dejar ese local de Jesús María y llegamos a tu paradero. Fue entonces que vi una luna llena preciosa. Lamentablemente no te dije lo que sentía en ese momento ¿Sabes en qué se parece la luna y tú? En que ambas me gustan.
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