Fue un gusto trabajar con los mejores. Entre ellos, tuve el honor de estar al lado del famoso 'Buscapersonas', aquel hombre que sembraba la calma con su dulce voz durante los apagones de la década de los 80.
El don de la palabra en él reflejaban su personalidad de culto cosmopolita y veterano criollo. Su chispa me hacía trabajar el cerebro. Al usar su verbo florido de juegos de palabras y reticencias culminadas en bromas, gustaba mucho de su compañía.
Ahora estreché su mano por última vez. Para el tiempo, soltar sus blancos dedos tomó unos segundos. Para mí, esa despedida duró bastante y a veces digo que fue eterna.
Buen guía, amigo y jefe, será una pena no tenerlo más en frente. Muchas gracias por todo Don Miguel Humberto Aguirre. Un fuerte abrazo Mihua, de verdad lo extrañaré.
lunes, 3 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario