martes, 12 de junio de 2007

Una publicación puede hacerte recordar a tus ex

La gente se casa que da miedo. Por lo menos por acá, los matrimonios abundan. Y es raro apreciar eso porque antes en estos mismos lares donde frecuento hubo un tiempo plagado de muchos resquebrajamientos amorosos. Pero prefiero no ahondar en ello. Puede acarrearme problemas por compartir planos íntimos de mi centro de labores. Ello me recuerdo una confidencia materializada en todo un texto años atrás. En parte fue graciosa. Fue durate mi etapa de redactor del portal Redaccionline.com en la universidad. No recuerdo si propuse el tema pero sí claramente haberlo publicado como una extensa nota. Compartí con todos los lectores de esa página el nacimiento de las distintas relaciones amorosas surgidas durante la realización de un cortometraje. Era un trabajo de teatro y en la trama había parejas de enamorados perseguidos por fantasmas. En este quehacer colectivo me divertí pero también discutí. El guionista había determinado muchas escenas de besos. Al final tres chicos pensaron haber encontrado a sus medias naranjas. Todos los pormenores de esos días de filmación los amplié en una buena crónica. Ahí narré los distintos cortejos. Recuerdo todavía al camarógrafo besándose en un cuarto colindante a las grabaciones con la protagonista. Las noticias vuelan rápido. Los muchachos se enteraron de la recopilación de lo acontecido en el mundo de la Internet. Muchos incrédulos se rieron. Ninguno me llamó la atención de manera energúmena. A lo mucho una pequeña amiga me advirtió que para la próxima le pasase la voz, luego de esbozar una sonrisa. Recordando ese capítulo de mi vida, me doy cuenta que ninguna de las tres parejas sobrevivieron al paso del tiempo. Cómo es ¿no? Todos 'agarraron' y terminaron. Yo, de humilde espectador, pasé a protagonizar mis historias de amor. Si fui testigo de tres romances efímeros en un ciclo, yo me quité el clavo y tuve más relaciones juntas en un solo periodo de estudios en la San Martín. Pasé de espectador a actor. Pero a similitud de las grabaciones, todas ellas fueron cortas. No me quejo, realmente lo disfruté.

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