miércoles, 27 de agosto de 2008

Crecí sin leche

Escuchaba un ameno diálogo de Eva Ayllón con Milagros Augurto sobre la lactancia. Entonces, la cantante contó en CPN Radio que hasta los seis meses había dado de mamar a sus hijos. El doctor Raúl Urquizo, invitado del programa 'Tiempo de Vida', afirmó que en la actualidad se recomienda dar la teta hasta los dos años de vida.

Estaba entrando a la sala cuando por el espejo divisé a mi viejita cortando cebolla en la cocina. Recién pensaba hacer el arroz. Trasladándole la conversación de la criolla con la especialista, entre quejas por la subida del precio del pollo y la llamada de atención al perro para que no se lleve mis sandalias a su cama, surgió una cosa que en mis 25 años de vida no sabía. "Yo nunca te di leche", me dijo mi mamá.

A punta de 'Enzi' me crió. Me quedé sorprendido. Desde niño tomé leche de biberón. Por indisposición de su organismo, mi mamá no pudo remedar a la cabra Amaltea y por ende no crecí como Hércules. Siempre consumí el contenido procesado de la lata con una vaca envuelta en rosas. Pero débil no crecí. Al contrario, siempre fui robusto.

¿Qué pasó entonces? Pues como fiel mujer de selva, mi Anita Melis me dio chapo de guagua. De una vez descarto que sea un brebaje de culebra o un batido de isula, yacumama y carachupa como algunos ignorantes pensarán. Hay personas que dan por hecho que porque mi madre sea natural de la jungla, uno de chico jugó con sajinos afuera de su cuna.

El chapo simplemente es la mezcla de plátano sancochado con leche, todo bien licuado. "Eso te quita lo sheplejo", una vez me dijo mi bisabuela Fílida, que en paz descansa. ¿Qué quieren decir esas palabras? Que creces sano y fuerte. Cómo es ¿no? A veces uno debe traducir cosas en su mismo idioma.

Ahora que estamos en la semana de la lactancia materna, todos los médicos recomiendan a sus madres no destetar tan temprano a sus hijos. Me gustaría compartir mi experiencia con algún galeno del Ministerio de Salud. ¿Qué me diría? Que mi vieja es lo máximo.

lunes, 25 de agosto de 2008

Recuerdos de Redaccionline

Por curiosidad me puse a revisar una página querida por muchos 'santos'. Redaccionline fue un lugar donde aprendí bastante y conocí buenos amigos.

Zuider Zamalloa fue uno de ellos, chico tímido en un primer momento. En la actualidad dicta talleres de comunicación en distintas comunidades de Andahuaylas. Antes tenía miedo de hablarle a las mujeres. Ahora en las discotecas tiene complejo de 'Ayudín' y arrasa con todas. Le he dicho que tenga cuidado porque uno de estos días su foto podría aparecer en la comisaría. "Anda suelto galán limeño respetuoso con las niñas, cariñoso con las tías y peligroso con las jovencitas", rezaría su orden de captura. Pero bueno, este post no es sobre él. No te molestes estimado.

Aproveché unos minutos libres en El Decano para entrar a mi primera casa digital. Ahora tiene Flash. Antes solo sabía que era el más rápido de la Liga de la Justicia. También posee varias entrevistas y me he ganado con algunos rebotes de sus notas. Por ejemplo, hace tiempo leí en el diario Pro y Contra de Iquitos la reproducción de una entrevista completa a Federico Salazar. Me quedé pensando. Cómo han cambiado las cosas ¿no?

Redaccionline tiene videos y es dirigido por Michael Dancourt. Sigue recibiendo el apoyo de Silvia Quinteros y cuenta con más reporteros gráficos que apoyan al periódico universitario. Lo que sí no he visto son galerías, un deseo que le hubiera gustado concretar a mi compadre 'Fotitos'.

Las viejas crónicas que escribí me encantaría verlas pero en el archivo no figuran. Para qué me valgo de una máquina si puedo recurrir a mis ex compañeros de trabajo. Le preguntaré a Elizabeth cómo me aguantaba o a Julissa cómo haces para conservarte buena moza. Todavía sigo esperando la nota de Alberto Kuking. La tuvo que entregar hace tres años.

No me arrepiento de haber pasado por ahí. Todo lo contrario, me alegro que me aceptaran a pesar de mis fachas. Se imaginan que a la primera entrevista acudí con poncho, látigo y ojotas. Ese día tenía presentación con el taller de danza y me acordé de la convocatoria. Sudado, me acerqué a las oficinas. "¿Se puede?", pregunté. Ese día fui el último en acercarme. Desde entonces no he parado hasta tratar de ser el primero en lo que hago. Y eso que he hecho de todo un poco. Por loco no me puse Mil Oficios.

¿Se acuerdan que me había ganado 100 dólares? Pues nunca los depositaron.

domingo, 24 de agosto de 2008

Gracias a él vuelvo a escribir

Recibí una llamada telefónica que me alegró la tarde. La persona al otro lado de la línea, muy estimada por cierto, me llamó para agradecerme por un post que hice sobre su persona hace tiempo atrás.

"Mira Mañuquito. Tú sabes que no manejo computadora, pero mis hijos encontraron esto en Internet y de verdad me gustó mucho. Gracias".

Esas palabras bastaron para retomar este abandonado Blog. En varias oportunidades mi amigo Marco Paredes me recomendaba su reactivación. Ahora, gracias a esta conversación lo haré. Como lo dije anteriormente: puedo jactarme de ser buen amigo del gran Roberto Zegarra.

Quién no lo conoce en el país y en el extranjero a este hombre de Amazonas. Desde niños hemos disfrutado de sus narraciones a través de RPP. Ya en la década de los 80 tenía un nombre ganado. Con decirles que Hernán Vidaurre lo imitó en Trampolín a la Fama para lograr un espacio posteriormente en Panamericana Televisión.

Junto con Miguel Humberto Aguirre pasó peripecias durante un partido del UTC allá en Cajamarca y casi pierde la vida al seguir a varios automovilistas en Casapalca.

Gracias a él he sonreído esta tarde y me ha quitado algunas presiones de la cabeza. Su confianza despierta en mí al mozo Manuel, aquel que buscaba comisiones de practicante en Terra años atrás o quería "el otro lado" de la noticia para Peru.com.

Gracias a él recuerdo que soy bueno en este chamba. "Por algo eres El Mejor Manuel", me dijo tiempo atrás Rommy Torres. Eso hizo llegar a mi mente que no he perdido las habilidades de reportero que poseo, las cuales me permitirían entrevistar al caballo que cargó a Leysi Suárez, en una hipérbole de mi destreza.

Gracias a Roberto Zegarra sé que puedo hacer carrera en El Decano. Todo despacio y tranquilo claro. Cuando le conté que ahora me movilizaba hasta Lampa con Miroquesada, se alegró por mí.

Antes de colgar, aproveché para preguntarle si todavía estaba pensando en irse al otro dial. "Hay que analizar las ofertas Mañuquito", fue su argumento culminado con varias risas.

Mañana tengo que ir al Banco de la Nación para cobrar 100 dólares. Haré efectiva una recompensa por reconocer su voz en primera a través del hilo telefónico. Por lo menos, eso me dijo él.