Conozco una persona en el mundo capaz de hacerte reir en un velorio. Su nombre es Roberto Zegarra. Puedo jactarme de ser su amigo. Estuve el tiempo suficiente trabajando junto a él para saber que la pena no está dentro de su vocabulario. Hombre alegre y de trato amable, siempre tiene un chiste para cada ocasión. Y lo más importante, tiene el don de saber contarlo.
Nunca se jactó de sus años de experiencia ante un mozalbete como yo. Todo lo contrario, me ayudó y hasta la fecha lo hace. Siempre en los entrenamientos, persona que no conozco, él funge de lazo para presentármelo. Y yo no le pido eso. Es raro ver esa actitud en algunos periodistas rankeados que miran a los nuevos con el rabo del ojo. Algunos temerán ser reemplazados, pero ello es poco probable de suceder.
Eso me llamó mucho la atención de Zegarrita. Hasta la fecha me gustaría devolverle un almuerzo o invitarle un jugo donde Norma y July. Junto a Dante Mateo hacen una dupla jocosa. Ambos saben 'batir' a la gente. Ese tipo de personas son las que siempre tengo en la mente. Seguramente busco remedar lo bueno de ellas. A veces me siento identificado.
Recuerdo que estábamos en la boda del buen Toñito Tamariz y me senté a la diestra del gran Zegarrita. Todo la noche me reí porque desfilaban sus ocurrencias una por una. Mi algarabía trataba de contenerla, pero no pude. Su meta era amenizar el ambiente. "Está muy serio este matrimonio", me dijo a modo de excusa. Este hombre natural de Amazonas no puede estar sin ver una sonrisa en sus semejantes.
viernes, 30 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)