viernes, 15 de junio de 2007

¿De quién es esta invitación?

Me invitaron a una salida la cual yo no tenía idea alguna de su realización. Me sorprendió que la acreditación para esta reunión me llegara a la radio. Rápidamente comencé a pensar cuándo fue que dejé mis datos y a quién. Miré detenidamente la foto de mi pase. Estaba pixeleada. Me di cuenta que era una recortada bajada de mi Hi5. Entonces un amigo debe haber hecho la gestión. Esa página de muchos clicks está al acceso de cualquiera. Es fácil hasta introducir un video ahí. Todavía no hallaba en mi mente cómo se produjo la llegada de esta venia hacia mi persona. Mis demás compañeros no la han recibido. Es como si el deseo fuera que únicamente acuda yo. Mi curiosidad me pide cambiar mi día de descanso para ir a esta salida. La misma consiste en una visita a la fábrica de Backus. Espero tener el consentimiento de mis superiores. Hasta el momento sigo cavilando al autor de mi intriga. En los próximos días haré un par de llamadas. Tengo que hallar al responsable.

martes, 12 de junio de 2007

Una publicación puede hacerte recordar a tus ex

La gente se casa que da miedo. Por lo menos por acá, los matrimonios abundan. Y es raro apreciar eso porque antes en estos mismos lares donde frecuento hubo un tiempo plagado de muchos resquebrajamientos amorosos. Pero prefiero no ahondar en ello. Puede acarrearme problemas por compartir planos íntimos de mi centro de labores. Ello me recuerdo una confidencia materializada en todo un texto años atrás. En parte fue graciosa. Fue durate mi etapa de redactor del portal Redaccionline.com en la universidad. No recuerdo si propuse el tema pero sí claramente haberlo publicado como una extensa nota. Compartí con todos los lectores de esa página el nacimiento de las distintas relaciones amorosas surgidas durante la realización de un cortometraje. Era un trabajo de teatro y en la trama había parejas de enamorados perseguidos por fantasmas. En este quehacer colectivo me divertí pero también discutí. El guionista había determinado muchas escenas de besos. Al final tres chicos pensaron haber encontrado a sus medias naranjas. Todos los pormenores de esos días de filmación los amplié en una buena crónica. Ahí narré los distintos cortejos. Recuerdo todavía al camarógrafo besándose en un cuarto colindante a las grabaciones con la protagonista. Las noticias vuelan rápido. Los muchachos se enteraron de la recopilación de lo acontecido en el mundo de la Internet. Muchos incrédulos se rieron. Ninguno me llamó la atención de manera energúmena. A lo mucho una pequeña amiga me advirtió que para la próxima le pasase la voz, luego de esbozar una sonrisa. Recordando ese capítulo de mi vida, me doy cuenta que ninguna de las tres parejas sobrevivieron al paso del tiempo. Cómo es ¿no? Todos 'agarraron' y terminaron. Yo, de humilde espectador, pasé a protagonizar mis historias de amor. Si fui testigo de tres romances efímeros en un ciclo, yo me quité el clavo y tuve más relaciones juntas en un solo periodo de estudios en la San Martín. Pasé de espectador a actor. Pero a similitud de las grabaciones, todas ellas fueron cortas. No me quejo, realmente lo disfruté.

lunes, 11 de junio de 2007

Las luchas son todo una novela

Tengo un amigo fanático de las luchas. Siempre le atrajo las peleas televisadas de cualquier disciplina. Ahora practica en un gimnasio distrital el boxeo. Y pensar que cuando era niño jugaba al Power Ranger. Hoy no tiene como archienemigo a Lord Zed pero se esmera mucho en poder siquiera llevar al suelo al Pitbull de Breña. La otra vez conocí de cerca a este exponente del vale todo nacional. Un jefe de prensa conocido mío estaba promocionando un campeonato donde él y otros luchadores participarían. En ese se me vino lo siguiente a la mente. En la lucha libre se podrá hacer sangrar al rival estampándole silletazos en la cabeza, pero todavía cuenta con todos sus miembros del cuerpo. Arrancar una pierna no necesariamente dará más puntos al dominador del encuentro. Al ver al hermano del Pitbull me quedé sorprendido. Podía respirar sin nariz. Simplemente carecía de ella. Se la habían quitado en una pelea. Ahora no me contaron si fue una legal. Luego de esa escena captada por mi retina muchos segundos pensé nuevamente. Mi compadre iba a debutar en un hexágono la próxima semana. Decidí ir a ver el espectáculo. Los amigos deben estar presentes. Tiene que haber alguien para tirar la toalla.

domingo, 10 de junio de 2007

Mezclar vedettes con fútbol genera muchos clicks

Encontré una nota curiosa en internet. Una actriz porno argentina realizaría un streap tease si su equipo conseguía el título del torneo local. La puse en la sección deportiva de la web de RPP. Incluso la jalé a la portada. Al jefe de la página le gustó esta noticia y en su mente maquinó algo "para el pueblo". Sabiendo de mi pasado en la prensa de farándula me dijo para hacer una encuesta entre vedettes peruanas y preguntarles si estarían dispuestas a quitarse la ropa por la selección. Esa orden me hizo recordar inmediatamente Peru.com, mi ex centro de trabajo. Ahí tenía una compañera que para jalar más lectores me pedía levantar las notas por el lado más picante e inquirir a mis entrevistados sobre sus intimidades. En pocas palabras mostrar un ángulo morboso. Tal es así que recuerdo cuando fuimos a cubrir una fiesta organizada por una conocida marca de cerveza. Karen Dejo, en pequeñas prendas, ofrecía una espectáculo de baile sobre una alta tarima. Yo estaba ubicado casi debajo de ella. Solamente me costaba levantar la mirada para verle el alma protegida por una trusa roja. Era todo un show apreciar los contorneos de la chalaca. Mi amiga no perdió el tiempo. Agarró la cámara fotográfica y disparó hasta sacarle humo. Al ver las fotos en nuestra redacción, una se prestaba mucho para la imaginación del espectador. Justo al momento de levantar la pierna para atrás, el taco de la chica fue captado en tal punto que parecía introducirse en sus cuatro letras. Se armó una nota con todo lo que pasó esa noche. Al final del mes fue la más vista. Después de esta experiencia, ahora me queda proponer una sección de porristas en www.rpp.com.pe.

La peña es todo un submundo por descubrir

Bailar en un peña es un cruce de culturas. La vez pasada fui a Del Carajo para celebrar el cumpleaños de una amiga mía. En son de broma le dije que me fui a su local anterior y estuve tocando la puerta gritando su nombre. Ella atinó a sonreir y no sé si me creyó. A la hora de salir a bailar con mi acompañante me topé con varias señoras meneándose en círculo. Todas madres de familia, supongo, disfrutaban del jolgorio entre ellas. Se me pasó por la mente sacar a una y compartir movimiento pélvicos hasta el suelo. Ello nunca pasó. A mi mano izquierda, dos gringos se divertían con unas agraciadas chicas. Mi mirada acusiosa descubrió que de los labios de estos extranjeros no emanaba ninguna palabra en español. Le hice notar mi descubrimiento a mi pareja de danza y ella sonrió. "No necesitas ir al Cusco para levantarte a uno", me dijo. Pasitos más allá, para hacer más exacto unos 20 si hacía el hombre sobre la luna de Michael Jackson, un grupo de borrachos alegres gritaban al animador de la jarana para que les regale una jarra con cerveza. Después de hacer aullar a uno de ellos, le entregó una 'chela'. Lo que me gustó más de ese grupo fue el dominio de una dama sobre su galán. Había uno corpulento como un armario de metro noventa pero ella levantando el dedo lo hacía sentar. De verdad tengo que ir más seguido a una peña. No quiero perderme otras cosillas interesantes para una crónica más extensa. Y pensar que no admiré unos bikinis contest meses atrás en este local. Ay!

jueves, 7 de junio de 2007

Sacrifiqué un limón para vencer al mal olor

Más abrigado no pude ir a la radio. Tenía una cafarena, una chaleco y un casaca encima. A pesar del excesivo abrigo, la gripe dribleó las barreras para hacerme daño. Al final logró perjudicar mi garganta. Mi voz se tornó más gruesa. Si hubiera estado vestido al terno y con una altura superior al 1.80, fácil podía hacer de Largo, el mayordomo de Los Locos Adams. Bajé a cabina para hacer el bloque de deportes. Todo salió bien. Al contarle mi malestar a la productora, me recomendó sacrificar a un limón. El fruto debía ser hervido y su líquido colado para posteriormente tomármelo como una infusión. Al retirarme de la radio, estaba pensando en qué olla iba a hacer la preparación. Todo ello fue por las puras. Mi cuerpo me pidió ir a la cama al llegar a casa. Preferí complacerlo. Luego de dos horas de sueño me levanté fortalecido debido a las pastillas ingeridas previo a la siesta. Entonces se me antojó un baño. Luego de la limpieza, busqué desodorante. No había. Entonces fijé en mente a aquel limón para mi frustrado menjunge. Fui a la cocina y partí en dos al pequeño verde amarillo y no dudé echarme su jugo a mis axilas. En principio esperaba prepararme un té. Al final terminé aseándome con el cítrico. De todas formas ayudó.

Me pepearon con Radlers y me gustó

Hace poco fui al cumpleaños de una buena amiga mía. Con el pasar de las horas la reunión se fue haciendo más amena con la llegada de otras personas. La anfitriona me presentó a una chica con rulos procedente de Alemania. Era una peruana que radicó durante 3 años en tierras germanas. Conversadora, buscó atenderme bien al ofrecerme un radler. Al levantar mi ceja derecha ella se dio cuenta de mi ignorancia sobre este concepto. Resulta que un radler era una bebida alcohólica a base de cerveza rubia y gaseosa blanca. Al principio, un poco excéptico le pedí probar de su vaso. Al agradar este sabor a mis papilas gustativas, acepté la degustación de uno. Casi nada tardó para prepararlo, inclusive no tuvo reparos en explicarme cómo se hacía. Después de tomar cerca de ocho muestras, empecé a sentir sueño. Las agujas del reloj me demostraron lo tarde que era. Mi cuerpo me pedía descanso. Al darme cuenta del cierre paulatino de mis ojitos, empecé a culpar en tono de broma a la chica. "Me haz pepeado", le dije en reiteradas veces. Ella seguía diciédome prost (salud en alemán) y yo ya no deseaba beber. Al final le pedí a la dueña de la casa descansar. Ella me proporcionó la habitación de su primo. Me acomodé con dos gruesas frazadas. Al día siguiente me levanté muy lozano. El consumo de esa mezcla alcohólica me evitó tener una incómoda resaca. Es más, podría asegurar que dormí mejor. Si tengo la oportunidad de verla nuevamente en alguna salida nocturna, a parte de saludarla aprovecharé para felicitarla por tan buena bebida.

miércoles, 6 de junio de 2007

Bella china ampayó a Bryce Echenique

Cuando mi actual compañero de trabajo Marco Paredes depositó su confianza en mí para apoyar en la dirección del portal Redaccionline.com conocí a una linda chinita, atenta y receptiva como una esponja en el agua. Fue una muy buena redactora de esa web. Recuerdo la vez que fuimos al Hospital Neoplásicas.Se viene a mi mente nuestra conversación con el subdirector de ese centro médico. Esa niña me contó haber pasado una buena mañana y estar sorprendida por la atención hacia nosotros. Le expliqué que las facilidades del caso se dieron por los trámites con la oficina de imagen institucional. Ese día ella aprendió que en cualquier comisión lo primero que tenía que hacer era buscar al responsable de prensa en caso de dudas. La lección le quedó bien grabada en la mente. Meses después tras mi salida de Redaccionline, me contó que acudió a la presentación de un libro de Alfredo Bryce Echenique en la Casona de San Marcos junto a José Kusunoki, un buen amigo y ahora hombre fuerte de El Comercio. Sin tener ninguno de los dos acreditaciones, metió palabra y pidió hablar con el encargado de prensa. Logró entrar al lugar y hasta se tomó fotos con el escritor. Lo malo es que no tuvo una cámara. Me relató que fue testigo del preciso instante cuando el creador de 'Un Mundo para Julius' mordía los labios de una joven acompañante. Ese ósculo se quedó buen rato en su retina. La Divina Providencia determinó que ese hecho no fuera registrado en una placa fotográfica. Y mi amiga nunca escribió nada al respecto.

San Pedro recibió a señora mientras yo tomaba café

Nada podía hacerme entrar en calor. Este frío podría matar a cualquier imprudente desabrigado. Estaba viendo la televisión. Magaly TeVe transmitía vía microondas la queja de los vecinos del Down Town exhortando su clausura. Ahí vi a la llamada Amiga de Todos, Francis, confesar a nivel nacional ser bisexual. "También puedo ser la Amiga de Todas", dijo. Pasada esa noticia, mi cuerpo me volvió a pedir atención. Mi garganta empezó a arderme y por eso decidí irme a la cocina. Ya hervida el agua de la tetera que puse minutos atrás, me preparé un café. Después de unos sorbos, regresé a sentarme frente a mi caja boba. Ahora la información era la muerte de la mamá de la cantante folclórica Muñequita Sally. Fiel a mi costumbre, decidí prender la radio y sintonizar RPP. No pasó mucho tiempo para escuchar a mi amigo Herbet Holguín confirmando la muerte de la señora desde el lugar de los hechos. Una lástima. Una dama perdió la vida en la Panamericana Norte y yo me quejaba de mi garganta. En eso escuché a mi viejita pronunciar las siguientes palabras: "Es más triste para una madre enterrar a su hijo". Al parecer, esta señora no aguantó más vivir en este mundo terrenal sin su niña y le pidió a San Pedro reunirse con ella.

martes, 5 de junio de 2007

Mi compadre el golpeado

Tengo un buen amigo fotógrafo con una peculiar particularidad. De diez comisiones que cubre, en unas siete u ocho, sin exager, resulta agraviado. Varias veces ha sido conducido a una comisaría. La falta de portar su carnet de prensa ha empeorado su situación algunas veces. Las agresiones son de diversas índoles. Hay desde pequeños insultos hasta intentos de quitarle su cámara. Las cosas contadas por él me han dejado sorprendido varias veces. Pero algo admirable en su persona es su tenacidad por buscar la foto. Si se propone obtener una panorámica de una manifestación en el Centro de Lima es capaz de subir al caballo de Bolognesi en la plaza del mismo nombre para captarla. Recuerdo cuando fuimos a la Quinta Heeren en Barrios Altos. Sus paredes se desplomaban paulatinamente por su precariedad. Los vecinos salieron a atendernos, algunos amablemente y otros de manera recelosa. Una piedrita cayó sobre la cabeza de mi compañero. Ello lo hizo correr asustado. Las más importantes placas de su vida pasaron por su mente al hacerse la idea que un muro lo sepultaría. Al final, levanté la mirada y me percaté de un vecino bromista. Había pateado esa pequeñez de la naturaleza cuando cursaba por el segundo piso de esas vetustas construcciones. Siempre recordaré esa salida. Fue nuestra última comisión cuando éramos alumnos de la universidad.

Géminis + fiesta = Celular en inodoro

Me complace saber que la mayoría de mis amistades son del signo de Géminis. Y no lo digo porque crea en el zodiaco. La razón es más trivial aún. Muchos de ellos tienen la costumbre de celebrar sus onomásticos y siempre me pasan la voz. Ellos muy generosos al ver que yo ya no festejo el mío, comparten sus fiestas para recordar el día de mi nacimiento. El 05 de junio fue cumpleaños de un buen amigo de colegio. Mi compadre ya me invitó para este fin de semana ir a su casa para tomarnos unos tragos. "De paso juntamos tu cumple", me dijo la vez pasada que lo visité. Desde hace buen tiempo abandoné la idea de hacer reuniones en mi casa, ya sea por un cumpleaños - por cierto, el mío es el 13 de junio - u otro pretexto.

Durante mi etapa universitaria mi hogar ha sido escenario de nacimientos de romances, declaraciones indecorosas, fuertes peleas y hasta mentadas de madres con alcohol encima. Tras la aglomeración de estos factores decidí dejar de usar a mi noble reciento como local nocturno. Una razón de peso para dejar esta costumbre fue la última vez que hice una gran reunión en mi casa. Mi hermano entró al baño y se dio cuenta sobre la presencia de un objeto flotante en el inodoro. Al cubrirse su mano con una bolsa de plástico, introdujo su mano y rescató un teléfono celular. Lo increíble es que ese aparato revivió. Varios amigos míos estuvieron en los precisos momentos en que después de pasarle la secadora de pelo de mi madre, el móvil ese reaccionó. No sé si mi amiga Susana lo usa hasta la fecha, pero cada vez que la veo la anécdota inmediatamente aflora en mi mente.

El frío hace enojar a mis enanas

Hace frío, eso nadie lo niega. En las mañanas ya no tengo ganas de salir a comprar el pan por cómo amenece húmeda nuestra capital. A mis perros no los saco a pasear. Tengo un pekinés y una chitzú. Si los saco al parque regresarán empapados hasta la mitad del cuerpo. Su pequeña estatura permite que se mojen fácilmente. Están casi al ras del suelo. Y lo peor es que la hembra cumple un mal papel como madre. En estos días debería darle el calor correspondiente a sus tres crías. Tiene unas bolas de pelo, las cuales tiritan constantemente. Al parecer, a Aika - así se llama la cuadrúpeda engreída de mi casa - se cansó de estar recostada todo el día y dejar sus ubres a merced de su desendencia. Estas gua guas caninas no perdonan. Agarran un tetita y no la sueltan. La otra vez acariciando la barriga de mi bigotona percibí unas escoriaciones producto de la tosquedad de sus hijas. A veces pienso que esas heridas son hechas concientemente. Posiblemente las perritas lastiman a su mamacita por su falta de cariño de estos días. Aika no permite que se le acerquen en búsqueda de refugio o comida. Mejor suerte tiene el padre de esta camada. Al ver tanto pleito, prefirió hacerse un lado y dedicarse a dormir todo el día sobre un silla de la cocina. Ha encontrado un sitio preferencial en una platea alta improvisada.

domingo, 3 de junio de 2007

La cancha no llena pero sí engorda

Acá a unos pasos de la oficina hay un grifo. En ese grifo hay una tienda. En esa tienda un producto de mi agrado. Ese producto es la cancha de microondas. Bueno, en realidad no sé el término correcto, pero le diré así. Este alimento barato engaña estómagos definitivamente es la mejor compañía para ver un partido entretenido o una película por cable de interés. Pero tiene un efecto contraproducente. Posiblemente satisface mis necesidades pero también hace crecer la voluminosidad de mi barriguita. Antes cuando me sentaba sobresalía un pequeño rollo. Ahora, este espacio ha crecido, al punto de formar una C exacta cuando me siento mal y pego mi cuerpo con el escritorio. Sería el puente perfecto de una hormiga si quisiera pasar del bolsillo de mi camisa a visitar el teclado de mi computadores. Ahora debo dejar la cancha de microondas, pero no sé por qué me he planteado reemplazarla con otro bien comestible. Hay varios sanguchitos, papas, y todas esas cosillas. La chica con quien me gusta compartir compañía me ha recomendado simplemente dejar de comer a deshoras. Tal vez deje esta manía.

Mirando los números

Pasadas las tres de la tarde terminé de subir varias fotos al portal de internet donde trabajo. Me gustó la galería hecha por mí. Era sobre la victoria de la selección peruana ante Ecuador por 2-1 en España. Y no sé que me daba por estar refrescando constantemente la página. La razón era para conocer la cantidad de visitantes en la sección, pues esta tiene un contador. Al ver que en un lapso de dos horas y pico pasamos las 5 mil visitas me quedé gratamente sorprendido. Me sentí bien, a pesar que los domingos los niveles de lectoría son bajísimos. Es agradable que personas hayan visto en un tiempo récord todas las fotos que me bajé de la agencia EFE. Pero a mi mente vino inmediatamente el Miss Universo. Solamente poniendo una foto de las candidatas a la web de RPP, recibimos más de 3 mil visitas. La galería a base de las jóvenes aspirantes al cetro mundial de la belleza sumó en total cerca de 58 mil clicks. Guau. Ahora, a la gente le gusta el fútbol, pero las chicas se llevan de largo la preferencia de los internautas. Debo preveer para la próxima colocar una galería pero de las anfitrionas de los partidos.

viernes, 1 de junio de 2007

Junio es el mes de los cumpleaños con condones

No puedo creer la cantidad de onomásticos a celebrar en junio. Una amiga por aquí y otro amigo por acá. Ni siquiera ha pasado un día de este mes y ya me llegaron dos invitaciones. Y eso que no celebro el mío. La última vez que lo hice le dije a mi madre que solo vendrían 15 personas. Ese entonces los visitantes a mi casa sumaban más del doble de la cifra estipulada. Mi santa progenitora, preocupada porque todos queden satisfechos del hambre madrugador, raspó la olla para hacer alcanzar el ají de gallina preparado. "Ni más hagas fiestas por acá. Dices que vienen pocos y al final son muchísimos", me dijo enfáticamente mientras dejaba escapar su dejo riojano. Y qué diría si le contara que la piñata que me regalaron tenía sorpresitas. A pesar que cumplía más de 20 años (no recuerdo exactamente cuántos) amigos míos me compraron una piñata en forma de botella con cerveza. Al romperla, todos se tiraron al suelo como si lo roto fuera una alcancía llena de dinero. "Tanto se pelean por unos chocolates", me pregunté. Al agacharme, me levanté raudamente asombrado con un paquetito gris en mis manos. "Condones Vladi", decía. Al día siguiente mi vecino me saludó para darme las gracias por llenar su negocio. Su hostal, el 'Feliz Amanecer', se abarrotó de gente al término de la celebración en mi casa.

Mi hermana me explicó por qué Cuto


No tengo el agrado de ser padre pero sé que algún día seré uno y muy bueno. Cuido de unos infantes cuadrúpedos propiedad de mi Aika como si fueran míos. Esa bolas de pelo son tan tiernas que provocan cargarlas. Hasta ahora han pasado por todos los brazos de los diversos integrantes de mi familia, menos de mi padre. Parece que se la tiene jurada a las pequeñas. Mi hermana ya bautizó a una. 'Cuta' le ha puesto. Preguntándome el por qué de ese nombre ella me dijo que se debía a su cola incompleta. Apelé a la Real Academia Española y me informo que dicha palabra terminada en o significa "Dicho de una persona privada de un brazo". Entonces me digo a sí mismo: "Ese defensa habrá sido conciente que todos estos años le dijeron carecer de un miembro superior".

En qué se parece la luna y tú

Luego que te encontré en la iglesia San José, pasaban los minutos y pensé que había llegado tarde. Ya cuando te vi llegar por la otra avenida raudamente me di cuenta que el puntual a la cita fui yo. Tus anhelos por realizar un par de compras me llevaron a acompañarte a unas cuantas galerías. Afortunadamente eres una dama muy precavida y no me paseaste entre mamparas y exhibidores. Resulta gracioso pero recién me acordé que tenía frío. Te dijo: "Unos cafés" y tu moviste tu cabeza de arriba a abajo aceptando mi invitación. Ese 'Don Bosco' se caracteriza más por sus bistecks, pero qué más podíamos hacer. Después de pasear por el Metro y ver que no llegamos a ninguna función, preferí pasar la noche contigo mientras degustábamos también unas tortas. La conversación fue muy grata, y me divertí mucho. Es más, luego que pagué la cuenta, el mozo no me traía el vuelto. Habrá pensado que mi alegría se extendería con él y le dejaría todo el dinero. Pasamos a dejar ese local de Jesús María y llegamos a tu paradero. Fue entonces que vi una luna llena preciosa. Lamentablemente no te dije lo que sentía en ese momento ¿Sabes en qué se parece la luna y tú? En que ambas me gustan.